El lugar que he seleccionado es el supermercado Eroski que tengo al lado de casa, al cual suelo ir para hacer compras muy pequeñas, como la comida del día, unas patatas fritas o unos frutos secos y poco más. Ante la situación de pandemia, los recorridos en los supermercados han cambiado bastante, incluso por pequeños que sean, como es este caso.
En esta aportación intentaré detallar uno de los recorridos que hago esporádicamente para comprar unos frutos secos y pasta fresca.
Para empezar, el lugar tiene dos entradas, pero se ha habilitado una de salida y otra de entrada para que la circulación de gente sea más fluida, por lo que la entrada es ahora la que está situada a la derecha del mapa. La primera parada es clave y común en prácticamente todos los establecimientos que cumplen con la nueva normativa vigente de higiene. Nos lavamos las manos con el gel hidroalcohólico y procedemos a iniciar el viaje en busca de los frutos secos. No existen carteles ni señalizaciones, solo contamos con la visión de la panadería a la derecha y las patatillas de frente, por lo que al menos sabemos que en ese camino encontraremos comida y no productos como los de limpieza o bebidas.
El camino hacia la pasta fresca/pizzas es un poco más difícil de encontrar, ya que son neveras que están escondidos cerca de los lácteos y los refrescos. Si después de los frutos secos, giramos a la izquierda y seguimos todo recto, acabaremos encontrando los pasillos de bebidas y refrescos, al final de estos pasillos (son tres estanterías en paralelo) observaremos al fondo la nevera con los productos que queremos obtener. En esta nevera, haremos nuestra segunda parada y después daremos media vuelta por el pasillo ancho que nos quedará a mano izquierda.
Si seguimos recto por el camino indicado anteriormente, veremos las cajas para realizar el pago, las cuales están ahora fraccionadas para que en las colas se mantenga la distancia de seguridad. Una vez realizado el pago, procederemos a tomar el camino que nos quedará a mano derecha (la salida a la izquierda del mapa) y ya habremos completado el recorrido.
Si hay que valorar la señalización, hay que decir que no se utilizan muchos carteles indicadores, más allá de los que te encuentras cuando llegas a zonas específicas como panadería, pescadería o carnicería. En el suelo, las únicas indicaciones visibles y recientemente añadidas son las de distancia de seguridad y la señalización del gel desinfectante es más bien pobre, ya que te la puedes saltar con relativa facilidad. El único sistema válido para este tipo de supermercados, a parte de conocerlo por las numerosas visitas que realizas a lo largo del tiempo, es. Es algo que se suele observa de lejos por el conjunto de colores que utilizan los diferentes productos y como se distribuyen estos por las diferentes estanterías.
Creo que un buen remedio sería utilizar líneas discretas por el suelo e indicar por medio de una app o un pequeño folleto los diferentes caminos para las diferentes secciones que tiene el supermercado. Esto ocurre hasta en grandes superficies, como puede ser un Carrefour al que asisto de vez en cuando, que pese a tener carteles (todos del mismo color) con nombres de los diferentes productos, hay algunos que resultan ambiguos y dan lugar a pequeñas confusiones que alargan la estancia en el recinto.
Hola Antonio! Me parece curiosa tu aportación, creo que no me había planteado mucho el hecho de que los supermercados tienen mucho que mejorar en cuanto a sistema visual y orientación.
Entiendo, por otra parte, que ya está pensado para que uno se pierda un poco y eche un vistazo a los productos que tiene alrededor para acabar comprando más, pero tal vez sea hora de que, además de ofrecer la compra online, el supermercado satisfaga necesidades más contemporáneas como la falta de tiempo en nuestra vida, con un poco de orientación en el súper cuando vamos con prisas!
Visibilidad:
Pública